Este libro presenta una nueva teoría educativa en la que el aprendizaje se considera un proceso colectivo, cultural e histórico. La teoría se aleja de las concepciones actuales del aprendizaje que se centran en la construcción o adquisición de contenidos conceptuales. Su punto de partida es que la escuela no sólo produce conocimientos, sino también subjetividades. En consecuencia, el aprendizaje se conceptualiza como un proceso que consiste en conocer y llegar a ser.
Basándose en las obras de Vygotsky y Freire, La teoría de la objetivación ofrece una perspectiva para transformar las aulas en lugares de vida comunitaria, donde los alumnos encuentran la experiencia de una ética de la solidaridad, la responsabilidad, la pluralidad y la inclusividad. Plantea el objetivo de la educación en general, y de la educación matemática en particular, como un esfuerzo político, social, histórico y cultural, dirigido a la creación dialéctica de sujetos reflexivos y éticos que se posicionen críticamente en los discursos y prácticas matemáticas histórica y culturalmente constituidos, y que ponderen nuevas posibilidades de acción y pensamiento.